KRYSTYAN

Tenía una deuda pendiente con el preferido de mis sobrinos, el más cercano familiarmente por tu ascendente soriano. El apellido que ostentas con orgullo y que comparto con mi esposa, que es tu tía y madrina de bautizo,
Desde hace dos décadas perteneces a la historia de las dos familias que te engendraron y que por tus venas corre la sangre de la noble Castilla y la inmemorable Catalunya.
Cuando viste la primera luz en tu querida Barcelona, habíamos intentado consolidar un nuevo giro político que reflejara las inquietudes que durante años anhelábamos para reafirmar nuestra identidad.
Los lazos de sangre son eternos y a pesar de las discrepancias que ciertas actitudes políticas nos enfrenten, nunca deben llegar a una solución sin retorno.
He leído tu comentario en las cartas al director de Abraham sobre la COPE.

Querido sobrino
No sé si por mi edad o por ser Catalán desde hace cinco generaciones, tenemos una serie discrepancia en lo que yo entiendo ser Catalán. Respeto tus ideologías españolas que nos han prohibido los más sagrado de nuestra identidad como es nuestra lengua y nuestra cultura.
Siempre seré respetuoso con quién ensalce el orgullo de haber nacido y proclamado hijo de Catalunya.

Tu tienes toda la vida por delante, yo tengo toda la vida vivida, pero puedes estar seguro que tus convicciones con el paso de los años, me darán la razón y sólo serán simplemente una utopía inalcanzable.