MONTSERRAT – PARIS

Hoy es un día doblemente feliz en el transcurso de mis cotidianas experiencias contempladas desde el ángulo que la edad y los acontecimientos que sucesivamente se desarrollan en nuestro entorno, por los cuales me siento especialmente motivado.
Como catalán y católico no practicante, rindo mi mas enfervorizado homenaje a la Patrona de Catalunya la Mare de Deu de Montserrat. Desde que tengo uso de razón, todos los años he tenido presente ésta fecha que ha significado para mí la esperanza y el sosiego de mis conflictos religiosos.
Nada se puede comparar para un catalán, el contemplar la belleza de las montañas de Montserrat y escuchar con fervor las notas de nuestro excelso Virolai que la Escolanía de los Padres Benedictinos hacen perdurar a través de generaciones y que son el orgullo de nuestra tierra.
Mi última voluntad, de la que tienen conocimiento toda mi familia y allegados, es que mis cenizas reposen para siempre en el corazón de mi entrañable macizo de Montserrat.

Cambiando de tema, he dicho que también estoy jubiloso por la clasificación del Barça tras el partido con el Milan.
Cuando todos hacían apuestas sobre el posible resultado, yo siempre me incliné por un empate, que por ello daba ganador a mis colores. El marcador no reflejó el resultado que tenía previsto que era de empate a uno, pero lo de menos son los goles, lo importante es que vamos a competir en la final de París contra el Arsenal y espero que después de cinco finales, consigamos la segunda Copa Europea. VISCA CATALUNYA I VISCA EL BARÇA