JUEGOS

Quien no ha jugado en determinado momento a alguno de los miles de juegos que se han inventado, unos como distracción y otros definidos de azar.

De los primeros guardo recuerdos de mi infancia con los que me entretuve largas horas, unos por ser de estrategia como el parchís o el juego de la oca y otros competitivos por ejemplo las canicas en el jardín de mi casa o los partidos de fútbol-mesa con botones o chapas de botellas de refresco, todo esto sin olvidar el tiro de la peonza, con la cual habías de desplazar la del contrario a base de ir enrollando la cuerda a su alrededor y de un fuerte tirón hacerla girar sobre su punta metálica.
Asimismo en las aburridas tardes del colegio, mientras nos inculcaban clases de infausto recuerdo, nuestro deporte favorito era el juego de los barquitos. En una hoja cuadriculada de la libreta destinada a los apuntes sobre el tema que nos estaban impartiendo, dibujábamos la flota que estratégicamente los adversarios trataban de hundir.

Las partidas de la lotería con sus cartones, el juego del estratego, el monopoly, el scrabble, el pictionary y el trivial entre otros, han visto transcurrir muchas tardes de ocio con nuestros hijos a lo largo de estos años.
También los crucigramas, la sopa de letras, el juego de los errores y muchos otros nos han distraído durante horas.

Las partidas a los chinos, con unos dados o una tirada a los dardos también han sido habituales a la hora de tomarse el café y la copa en el bar de tu barrio.

Las eternas partidas de canasta con mis amigos venezolanos y uruguayos, pioneros en éste juego que aquí empezamos a jugar a partir de la década de los sesenta y que durante muchos años practicamos todos los fines de semana alternándolo con disputadas sesiones de domino por parejas.

En cuanto a los juegos de azar, mi paso por un casino ha sido en dos ocasiones para jugar un par de veces a la ruleta y al black jack con resultado positivo en este último y algunas decenas de veces por una sala de bingo cuando los cartones eran a cien pesetas.
En cuanto a loterías, boletos de la primitiva y otras a puestas similares, de cuando en cuando me juego un par de euros haber si toca por casualidad.