30.12.04

DESOLACIÓN



Francamente hoy no me siento con ánimos de hablar de nuestros problemas domésticos que comparados con el trágico cataclismo que padece una parte de la humanidad a miles de kilómetros, los hace insignificantes y fuera de contexto.

Este tsunami apocalíptico que ha segado la vida a decenas de miles de seres humanos y cuyas consecuencias posteriores podrían ser aún mas devastadoras a consecuencia de las epidemias y la falta de recursos para paliar la situación de los supervivientes, ésta gigantesca ola que se alzó desde las profundidades marinas y se abatió con toda la furia que los elementos de la naturaleza posee, ésta gran tragedia inigualada de los últimos cien años, es para dar que pensar y mover las conciencias hacia una solidaridad a nivel mundial.











Este año no acaba bien y en la conciencia de todos nosotros permanecerá la intranquilidad por tan luctuoso suceso, superior a cualquiera de otras grandes catástrofes de toda índole de las que tenemos memoria.

La pérdida de una vida, sea de la forma que sea, induce a la reflexión y a valorar día a día el gran regalo de nuestra existencia que a menudo sobre valoramos en aras de falsos ídolos que ciegan nuestros sentimientos.

No hay comentarios: