AUSENCIAS

La de sucesos que ocurren en una casa mientras estamos ausentes durante unos días. Me gustaría tener instalada una cámara de video que filmara todas las horas en que mi hogar está huérfano de sus incondicionales moradores.
Porque no me explico como en el corto espacio de una semana, se abriera de par en par una ventana del salón, la pila de encendido del calentador ha fenecido, el desagüe del fregadero está atascado, el lavavajillas se defiende si lo manipulas con una descarga, los embellecedores de los grifos saltan desde su posición de protección, las puertas deslizables de la ducha están salidas de sus guías, dos bombillas han exhalado su último suspiro y así hasta otras pequeñas hecatombes domésticas de incomprensible explicación.


Ante tan caótico estado de rebelión casera, he tenido que dedicar algunas horas en reponer el equilibrio de mi normalidad, para aplacar el enojo de unos seres que se sienten huérfanos de la protección diaria y que se manifiestan de modo ostensible, dejando su mensaje de protesta.

Hasta en la biblioteca parece que han querido sugerirme la lectura de queridos libros que poseo desde hace décadas y duermen plácidamente en las estanterías, esperando volver a transmitirme el mismo mensaje que entonces me causaron un gran impacto emocional.
Por citar alguno de los más de quinientos de la misma, reseño títulos que sólo reconocerán los de mi edad y mi pensamiento literario:

PIO BAROJA - Las veleidades de la fortuna
STENDHAL - Rojo y negro
JOSE HERNÁNDEZ - Martín Fierro
J.L.MARTÍN VIGIL - Los curas comunistas
LAJOS ZILAHY - El alma se apaga
HARPER LEE - Matar un ruiseñor
CARMEN LAFORET - La insolación
CARMEN KURTZ - Duermen bajo las aguas
FRANCISCO CANDEL - A palo limpio
JOSE Mº GIRONELLA - Ha estallado la paz
DAVID BALLESTER - Els homes sense nom
DAVID BALLESTER - Marginalidades y hegemonías
TERENCI MOIX - El cine de los sábados
M.VAZQUEZ MONTALBAN - Los mares del sur
CARLOS ROJAS - Azaña

Por hoy nada más, son multitud las horas que he disfrutado de tan apasionantes lecturas y deseo poder tener tiempo para releerlas, si los seres misteriosos que pueblan mis ausencias me lo permiten.