10.10.04

Igual que hago habitualmente, empiezo por leer varios periódicos digitales para conocer las últimas noticias y las opiniones de sus editoriales y columnistas.
Abro el correo electrónico y miro si hay algún mensaje.

Pico en los blogs de mis preferidos y si es oportuno les dejo un comentario sobre algo que han escrito y me parece interesante.

Luego navego por internet en busca de alguna información que me ayude a conocer mas ampliamente sobre un tema que me interesa. Los resultados a los que a veces accedo son sumamente sorprendentes y muchos dan en que pensar.

No quiero ser catastrofista pero con los millones de páginas que te ponen al alcance de todo lo bueno y también de todo lo malo, en manos de millones de personas de todas las razas y religiones, me hacen reflexionar sobre una palabra que desde muy pequeño aprendí y que en mi memoria quedó grabada como algo terrorífico y próximo, según la versión que me inculcaron.

El anticristo, un acérrimo enemigo de Dios e instrumento de Satanás para poder ejecutar falsos milagros y embaucar a la humanidad hasta su destrucción y la llegada del Juicio final.



Por favor que nadie me culpe por éstos pensamientos, pero así quedaron depositados para siempre en mi cerebro de estudiante.
Habrá versiones de toda índole al que lea ésta reflexión. Estamos en un mundo mucho mas avanzado y parecerá que este comentario está fuera de la actualidad.
Mas vale que esté delirando y no le deis mas importancia que a cualquier otra frivolidad que de cuando en cuando ocurre dentro de mi locuela cabeza.

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