Por fin ha llegado el día de la boda. Me estoy refiriendo al enlace matrimonial de nuestro sobrino Angel Romera con María Castañeda, cuya ceremonia tendrá lugar hoy en la Concatedral de San Pedro de Soria.









Desde Barcelona, sus tíos Vicente y Mari Luz les deseamos un muy feliz día y un porvenir lleno de felicidad.

Siendo hoy San Isidro y aprovechando que estamos espiritualmente en Soria, recuerdo los muchos san isidros que celebrábamos mientras residimos en Los Villares.
Por la mañana, todo el pueblo se dirigía hacia el cercano pueblo de Narros, a la ermita de la Virgen del Almuerzo, en la falda de la sierra del mismo nombre, también llamada de los Infantes de Lara.









A la llegada a la ermita, se procedía al volteo de las campanas que los mozos con gran entusiasmo impulsaban con las manos. Tras una pequeña ceremonia religiosa, con el ayuntamiento en pleno presidiendo desde el banco delantero, se servía un pequeño refrigerio en la explanada con moscatel, refrescos y las pastas y sobadillos de las monjas de Santo Domingo.

Tras regresar al pueblo, era imprescindible recalar en el bar y dar buena cuenta de las variadas bandejas con tapas que desaparecían con celeridad, acompañando los riojas, martinis y cervezas.

A última hora de la tarde, la fiesta se animaba con la intervención de los siempre solicitados gaiteros de Pedraza, que ponían una nota de color con sus canciones sanjuaneras, al son de las cuales brincábamos con gran entusiasmo.
Los años en que caía en viernes ó sábado, como éste, la afluencia era considerable y duraba el jolgorio hasta bien entrada la madrugada.
Era el anticipo de las fiestas de San Juan y las verbenas del mes de Agosto.