

Un grupo de obreros entra en el bar mas próximo a su lugar de trabajo. Ocupan las mesas y piden una botella de vino. Despliegan el papel de plata que envuelve su bocadillo de morcilla ó caballa y una vez han dado buena cuenta del almuerzo, vuelven a sus labores dejando un rastro de suciedad y desorden.


De las opiniones que mas nos quieren destacar, después del primer día del Fòrum, son la de los que expresan sus quejas por no poder entrar con alimentos y bebidas. Comprendo que es una medida muy drástica y que sólo va encaminada a favorecer a los que tienen una concesión para la venta de éstos productos, pero también pienso que dada la desidia con que se comporta la mayoría del personal cual caballo de Atila, es conveniente culturizar a los que desde siempre no respetan las mas mínimas normas de convivencia y respeto al medio ambiente.
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