En lo que llevamos de año, han asesinado a trece mujeres, sus parejas se han ensañado de forma violenta contra ellas. La escalada es constante y preocupante. No importa la edad ni el territorio.

En las carreteras han muerto mas de cuatrocientas, los heridos e inválidos para toda la vida, otros tantos.

Para mas INRI, el atentado de Madrid aportó ciento noventa. Los mendigos y seres humanos durmiendo en las calles, también suman alguna decena a las estadísticas.

Una pareja en Lleida, dejó a su bebé de meses en el interior de su automóvil, para irse de copas con unos amigos, siendo la temperatura en la calle de tres grados bajo cero.
Un bailaor del sur atropella a un transeúnte y se da a la fuga sin prestarle auxilio. En ambos casos poseían vehículos de alto precio y frecuentaban locales que no eran vulgares tabernas.

En la calle Alfonso XII esquina Madrazo, la grúa se lleva a un coche mal aparcado, entre otros en la misma situación, pero éste tiene en su interior a un perrillo que no deja de gemir y ladrar su soledad. Hubiera sido mas humano que primero liberaran al cánido y luego cumplir con la ley viaria.

Como alguien no se plantee que hay que preocuparse mas de enseñar desde que se nace a ser respetuoso con las personas y el entorno en el que vivimos, antes que ser el mejor y tener mas que el prójimo, saber mas de maquinitas y bisbales, ignorar a sus mayores y despreciar al débil, vamos abocados al mas desastroso futuro.