29.1.04

Ocurre con frecuencia que transcurren largas temporadas sin grandes altibajos en la rutina diaria de un jubilado más ó menos desilusionado, pero en éstos últimos días mi placentero sosiego se ha desbordado con varios incidentes que han alterado mis normas habituales de trabajo.
En primer lugar fue tener que desplazarme hasta Pau, para compartir con Verónica, Manel y mi nieto Sasha, un agradable y largo fin de semana, que hizo posible estar también con Vicente, Julia y mi otro nieto Adriá, en el apacible entorno de éste pequeño lugar del Alt Empordá, que nos negó a causa de la meteorología, la oportunidad de recorrer y disfrutar los maravillosos parajes que le rodean.
Ya de vuelta a casa, con la noticia bomba de Carod-Rovira y el ordenador inoperativo debido a unas reformas que estoy haciendo en mi cubículo, es por lo que mi ausencia ha sido un tanto prolongada.
Sirva esto como testimonio de que pienso continuar desarrollando mis vivencias y monólogos a través de éste diario, siempre que tenga la oportunidad de compartir con vosotros, el acontecer diario ó alguna reflexión de otros tiempos que coincidan con la actualidad

No hay comentarios: