13.1.04

Debe ser por que hoy es martes y trece y tengo la sensación de vivir un día diferente respecto a mi estado anímico. Tal vez debido a una noche de desasosiego por el fuerte viento que no me dejaba descansar, acostumbrado a dormir de un tirón. Con el ventarrón parece que me he quedado huérfano de ideas y sólo estoy pendiente de las pequeñeces diarias que no tienen mayor historia. Una de esas cosas insólitas que he tenido que resolver, ha sido ir a la Agencia Tributaria para entregar la última declaración anual como autónomo, ya que los dos primeros trimestres tuve que hacer la declaración, hasta darme de baja en Junio por mi jubilación. Lo que debiera darme tranquilidad por no tener que continuar rellenando papeles para hacienda, en realidad me ha causado desasosiego por que ahora si que soy a todos los efectos un pensionista sin deberes fiscales de ningún tipo.
El tiempo es inexorable, todo llega y ha llegado el momento de replantear las muchas horas de que disponemos para simplemente estar ocupado, pero sin tener que alcanzar objetivos vitales a largo ó medio plazo. Procuraré tomarlo con la máxima filosofía posible y confiar que el resto sea lo más estimulante que pueda conseguir con mis entretenimientos y aficiones.

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