2.1.04

Ahora toca comprar los regalos del día de Reyes. Aproximadamente unos veinte, de lo cual se encarga Mari Luz a la que le encanta ir de tienda en tienda buscando lo más apropiado para cada cual. Es una tarea que delego con sumo gusto a su criterio. Soy un desastre para saber escoger lo que más puede gustarle al destinatario y encima me agobio entre la multitud de personas rebuscando y los niños tocando todo lo que se pone a su alcance. Todo lo que me va haciendo falta de ropa ó calzado, es ella quien se ocupa y aunque no nos haga falta comprar nada, tiene la necesidad de salir por las tardes y estar al corriente de los escaparates de cualquier tipo de establecimiento. Se conoce media Barcelona y en que lugar encontrar puntualmente lo más inusitado. Cuando regresa a casa, como me explica con detalle todo lo que ha visto, es como si la hubiera acompañado y así me ahorro las largas caminatas y las interminables esperas contemplando cientos de artículos expuestos en las vitrinas de los comercios. Si necesito algo concreto, voy a la tienda donde sé voy a encontrarlo, lo pido, lo pago y no tardo ni un segundo más en remirarme todo el local. Estoy sumamente tranquilo en casa con mis entretenimientos, totalmente relajado y sin haberme cansado de trotar por esos mundos. Si la casa se cae alguna vez, a mi me pillará, pero a mi santa esposa, seguro que no. Que seais buenos y no os canseis con lo de los regalos.

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