19.12.03

Desde ayer mi editor ha incorporado a éste diario la ilustración con algunas fotos relacionadas con el comentario que escribo. Las mejoras son siempre bien recibidas y me obligan a superar el listón que cada vez es más alto. Gracias Virgil por preocuparte de hacer más interesante éstos humildes relatos. Durante todos los años que he tenido de actividad laboral, nunca me han faltado tantas horas como ahora. Las mañanas se me van rápidamente entre hacer pequeñas labores domésticas, leer las noticias de actualidad por internet, oír las tertulias de la radio y se me da tiempo escribir la columna de éste diario. Para no fatigar a mis queridos lectores, procuro que los temas no sean reiterativos, bien de política ó familiares. Es buena la tranquilidad que ahora disfruto, sin tener que cumplir con un horario y disponer del tiempo a mi antojo, pero añoro los días en que tenía que madrugar y plantearme cada día la manera de superar el listón de las ventas, los clientes, los cobros y pagos, los bancos, los proveedores, los transportistas y todo lo que conlleva la responsabilidad de tener una familia que mantener. Una vez cumplida ésta misión, que he llevado a cabo con más ó menos acierto, me encuentro en la situación de poder disfrutar de las pequeñas cosas que suceden cada día. Me he quedado sin tiempo para más, hay que preparar la mesa y Mari Luz está al llegar. Me faltan horas. SALUT I LLIBERTAT