26.11.03

Cuando terminé el curso denominado Ingreso en el Colegio San Miguel, había que elegir entre el bachillerato o el comercio, según el plan de estudios que regía en los cuarenta. Por criterio de mis padres y con la ayuda de una beca, inicié el bachillerato a los diez años. Era en 1946 y conseguí llegar hasta cuarto. Pero sin saberlo, tenía mas madera de comerciante que de futuro Preu, que así se llamaban los aspirantes a la Universidad. Como que no existía lo de la semanada, me las tenía que apañar para conseguir algo de dinero y poderme comprar en el quiosco de la esquina los cromos de futbolistas ó los de las aventuras de Tarzán. También me encantaba comprar chufas, estaban remojadas y me las ponían en un cucurucho hecho con papel de estraza, que valía una peseta. Los cromos, cuatro una peseta. De manera que se me ocurrió fabricar un pequeño tirachinas, confeccionado con una aguja de la cabeza, de las que mi madre usaba para recogerse el pelo, y una goma elástica, todo ello debidamente tratado, servía para que con un trozo de papel mojado, los niños se dispararan proyectiles inofensivos a la hora del patio. El precio era de una peseta. También me ahorraba los treinta y cinco céntimos que me daban para coger el tranvía, líneas 23 ó 64, colgándome del estribo trasero, el que servía de enganche. Con los tebeos que compraba con éstos ingresos, los alquilaba a mis compañeros para su lectura y así entre unas cosas y otras me fui apañando hasta que empecé a trabajar. Mi padre empezó dándome cinco pesetas a la semana por los seis días de trabajo. Lo primero que me compré fue un reloj a plazos que me costó setenta y cinco pesetas. Todas éstas historias fueron mis primeras transacciones comerciales, luego ya fueron encaminadas al negocio familiar, trabajando duro día a día pero con muchas ganas. Empezamos a contratar trabajadores recién llegados de Teruel, Almería, Jaén. Trabajábamos codo a codo para conseguir un mejor bien estar, ellos y nosotros, y fuimos logrando las metas propuestas, con un futuro que nos prometía SALUT I LLIBERTAT.

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