OBRAS

Parece que los contratiempos no vienen solos. Todo empezó por una pequeña mancha de humedad que apareció en el techo de mi vecina del piso inferior. Tras una inspección para averiguar si teníamos un escape de agua, comprobamos que no se apreciaba indicio alguno que fuera ocasionado desde mi casa.
Como la dichosa mancha aparecía de vez en cuando y cada vez se agrandaba mas con gotitas de agua incluidas, mi vecina lo puso en conocimiento de la propiedad para que le hicieran una inspección y averiguara de una vez por todas el origen del escape.

Aquí empezó un desfile de operarios en las dos viviendas abriendo su techo y mi suelo, en la zona en la que convergen los desagües de las lineas de conducción de los varios tubos que vierten el agua de la cocina y el baño.
Al fin después de poner al descubierto toda la red, apareció el causante del percance. Era una fisura en el tubo del inodoro que vierte en el canal general y que por la antigüedad de su construcción, había dado por finalizado su cometido.

Total tres días de confusión sin poder usar los servicios de agua y cambio de las instalaciones con todos los contratiempos que éste incidente casero supone para la tranquilidad del hogar.
Como ya son 50 los años que llevamos viviendo en ésta casa, los materiales que se emplearon en su construcción van reclamando su jubilación y no me extrañaría que en cualquier momento pueda aparecer otro problema en cualquier invisible rincón.
Las casas, las máquinas, las personas con el paso de los años vamos tirando con parches para ir alargando nuestra existencia que a veces pueden durar varios años si la operación realizada se ha hecho con éxito. Lo importante es detectar a tiempo la avería y poderla solucionar para evitar males mayores.