JULIA

Han pasado como en un suspiro los tres días de las tan esperadas fiestas navideñas y el balance ha sido altamente positivo.
Según lo previsto, la primera reunión familiar siguiendo la norma castellana, era la celebración de la Nochebuena con la consabida cena a base de una variedad de montaditos, crema de bogavante y lubina a la sidra. Aprovechamos para celebrar el 42 aniversario de nuestra boda con los brindis de rigor.

La tradicional comida de Navidad siguiendo nuestro ritual, consistió en aperitivo de mariscos, langostinos en salsa y pava rellena.
Hoy día de San Esteban, la consabida paella de arroz con los tropezones y el relleno de la pava, todo ello regado con tinto de Ribera del Duero, cava, turrones y dulces.

Lo hemos celebrado junto con todos nuestros hijos y nietos en distintas etapas para ir escalonando las celebraciones con las otras familias.

También hoy he de resaltar de manera especial el cumpleaños de nuestra nuera Julia, la esposa de nuestro hijo mayor y mamá de Adrià, deseándole todo suerte de dicha y felicidad que hacemos extensiva a su familia.