NORMALIDAD

Ya estamos a Viernes, para mí otro día igual en el transcurso de ésta confortable situación que llamamos la jubilación.

Esta época de la vida, no es asimilada de la misma forma por cada uno de los que hemos superado la barrera de nuestro fin laboral. Hay personas que se hunden en grandes depresiones, sintiéndose como unos inútiles, no saben que hacer con las horas de las que disponen; se sientan en un banco ensimismados, con expresión ausente. Algunos, los menos, leen un periódico
.
Hay quien forma un corro con otros en su misma situación para echar una partida de petanca en cualquier parque de su barrio.

También somos muchos los que aceptamos la nueva situación para llevar a término todo aquello que siempre quisimos hacer o conocer y que no podíamos por razones obvias.
He dicho que todos los días son iguales, pero hago una matización. Cada uno es distinto, por que tienen la expectativa diaria de una nueva situación, de una amistad en ciernes, de un libro escogido, de una noticia impactante o el cambio en tu ritmo hogareño.

Y como que hoy a amanecido un típico día otoñal, algo lluvioso y un poco fresquito, he decidido poner en marcha la calefacción para disfrutar de un ambiente acogedor y confortable, que haga llevaderas las felices horas que ahora me parecen pocas, de ésta inestimable época de jubilado.