Ayer no tenía el ánimo para dejar reflejados los múltiples sentimientos que me embargaban y me dediqué a leer los comentarios y la historia que relatan los sucesos acaecidos hace 64 años, aquí en Barcelona en el fossar de santa Eulalia del castillo de Montjuïc. Desde los que exaltan la figura de Lluis Companys i Jover, hasta sus mas encarnecidos detractores, hay miles de versiones. Que cada uno según su conciencia escoja la que mejor le parezca.


















Por lo que atañe al presente, me siento enormemente satisfecho al ir descubriendo una gran mayoría de juventud muy sensible y muy bien preparada, con grandes valores e inquietudes. Jóvenes con amplios conocimientos tecnológicos, con mentalidades abiertas y receptivas, montándose unas páginas que ya quisiera yo poder llegar a la suela de sus zapatos.
Gracias a ellos puedo recrearme en magníficas fotos, paisajes y adentrarme en un mundo muy distinto del mío pero que me enriquece y hasta participo de sus músicas y diversiones.

Es grato saber que si cada uno aporta su grano de arena, entre muchos podemos ir haciendo un poco mas agradable el tránsito por éste planeta tan desquiciado