Estoy instalado en la butaca que por mi edad el ciclo de la vida me ha asignado.
Cada persona llegado éste momento tiene la obligación de ocuparla.

Acomódate en ella y prepárate a ver desfilar ante tus ojos los acontecimientos diarios de un mundo desquiciado al que pertenecemos.
Cada segundo que pasa, ocurren miles de sucesos de los que tenemos noticia, que son inmediatamente suplantados por los del siguiente segundo.

Nuestro cerebro va a marchas forzadas eliminando lo mas superficial y reteniendo someramente lo mas destacado.
Al cabo de los años, tu memoria vuelve a hacer una criba de todo lo visto, oído y vivido y almacena lo que te es mas próximo o agradable, relegando a un segundo término lo infausto y desagradable.
Los unos y los otros tienen que compartir tu pensamiento para hallar un equilibrio emocional que te ayude a discernir tus mas íntimos criterios.

Hay grandes, medianas y pequeñas noticias. De las dos primeras, casi todos nos enteramos diariamente con los medios de los que disponemos, pero es de las pequeñas en las que me fijo con más atención, por ser solamente conocidas en círculos muy concretos.

Pongo como ejemplo el caso de dos situaciones sucedidas a personas que conocí y con las cuales no he tenido vínculos hace años.
El primero se presentó a las elecciones para alcalde. Lo hizo como independiente.

Estaba casado, tenía cuatro hijos y una esposa a su medida. Salió elegido y compartió Ayuntamiento con alguna que otra concejala. Al final de su legislatura se había separado y empezó una nueva vida con la concejala de ......

El segundo regentaba un establecimiento de queviures ( en castellano colmado ) y pese a su juventud también consiguió el bastón de batlle ( en castellano alcalde ).

Hoy lo juzga un tribunal por apropiación indebida de caudales públicos y falsedad documental como único imputado.
Si éstas pequeñas noticias son para mí el reflejo de lo que está ocurriendo a muchos otros niveles regionales,nacionales y mundiales, a veces me dan ganas de exclamar APAGA Y VAMONOS.