El día anterior a unas elecciones se le denomina Jornada de Reflexión. Hoy es una fecha inusual, atípica, por el cúmulo de circunstancias que han sucedido en las últimas horas y que van a condicionar el planteamiento de la intención de voto a miles de personas que son como hojas desprendidas del árbol de la democracia y que se hallan mecidas por el viento de las opiniones contradictorias de unos y otros.
Hay que estar muy convencido de nuestras ideas para no dar crédito al cúmulo de mensajes que con fines descaradamente electoralistas intenta desviar hacia su provecho el partido que desde hace dos legislaturas ostenta el gobierno actualmente en Moncloa.
Así como detesto cualquier tipo de violencia, sea la que sea, venga de quien venga, también siento una gran indignación por el trato permanente de desprecio y menosprecio que hacia Catalunya y los catalanes se vierte desde infinidad de los distintos medios de comunicación y tertulias, que se consideran ser los únicos valedores de su verdad nacionalista, tildando a todos los que no están en su órbita, con los mas execrables y ruines epítetos.
Mañana votaré otra vez mas y como siempre a los míos. Siempre he tenido mis convicciones muy claras y nada ni nadie podrá influir en lo que siento con profundo orgullo como catalán.
VISCA CATALUNYA amb SALUT I LLIBERTAT.