ILUSION: “Esperanza acariciada sin fundamento racional”. Desearía volver a ser un niño escribiendo la carta a los Reyes Magos con la firme convicción de que ésta noche se cumplirían mis más ILUSIONADOS deseos. Desearía volver a ser adolescente para creer en el catecismo que me enseñó la religión católica, de comulgar los siete primeros viernes de mes, de ser postulante del Domund, congregante para la difusión de la religión entre los gitanos de las barracas del barrio de las Corts, para tener buena nota en urbanidad, para volver a rellenar decenas de cuadernos de caligrafía, aprenderme de memoria los reyes godos, los nacimientos y desembocadura de los ríos españoles, las regiones españolas, los Reyes Católicos y las conferencias pseudo político-religiosas, glosando el advenimiento del salvador de la patria. De las matemáticas y los quebrados aprendidos en la Enciclopedia Alvarez, único libro en nuestras carteras de cartón. Esas eran nuestras ILUSIONES. La vida y los años nos han dejado huérfanos de ellas y sólo nos queda la esperanza, que no ILUSION, que algo ó alguien pudiera devolvernos algo parecido a ésta utopía, de la que tan necesitados estamos los pobladores de éste inhumano planeta.