AMISTAD

Ayer recibí un e-mail de un entrañable amigo en el que me adjuntaba un post delicioso sobre algo tan humano como es la amistad. Al cabo de pocas horas, desde un lugar de Chile, otra inolvidable amiga resucitó mi aletargada disposición a cultivar tan elevado sentimiento.

No sé como explicar mi absurdo comportamiento ante estas muestras de leal fidelidad que absurdamente mi subconsciente va relegando día tras día.

También me acuerdo de mis fieles y anónimos lectores de éste diario, alentándome a proseguir en la tarea que un día inicié con ilusión. A éstas alturas y como he podido comprobar, siguen fieles a la lectura de antiguos episodios que escribí con sinceridad.

Como entiendo que la amistad es un bien supremo que otorga a quien la practica un estado de alta satisfacción, me he propuesto compartirla con todos vosotros, los asiduos y los posibles allegados.

Cuando inicié estas historias era para dar a conocer a mis hijos, nietos y amigos, secuencias íntimas de mi vida que nunca les había contado y para que quedaran indeleblemente plasmadas en éste fabuloso mundo de la tecnología.

Soy un desilusionado de la religión que me enseñaron, de la política que me prohibió ser y sentirme CATALÀN, de la corrupción que he vivido desde que nací, de la hipocresía que la sociedad refleja a través de sus encumbrados y falsos ídolos de barro.

Es por todo esto, que aún me aferro como última esperanza a lo mas noble que puede ser la sincera y auténtica AMISTAD.