15.4.06

ALDEA DEL PARDILLO



Estamos en plena Semana Santa. Como todos los años han salido las procesiones del Jueves y Viernes santo recorriendo el itinerario que cruza de punta a cabo las calles de éste pequeño lugar castellano. Con gran recogimiento y en silencio, los feligreses desfilan sosteniendo en sus manos los cirios encendidos que lentamente van derramando lágrimas de cera.
La mayoría son oriundos del lugar y otros son amigos o parientes residentes en lejanos lugares de nuestra geografía.

Una vez concluida la ceremonia, se reúnen en pequeños grupos de hombres y mujeres para comentar sus vivencias religiosas.
El grupo masculino enfila lentamente el camino hacia el único bar del pueblo con el fin de apurar las horas que restan hasta la hora de cenar. Los mas mayores van ocupando las mesas que hasta ahora han permanecido vacías y pronto inician sus partidas de guiñote. Los mas jóvenes prefieren jugar al mus o enfrentarse con el tablero de ajedrez.

La barra empieza a animarse y empiezan las rondas de “limonada”. El excelente brebaje casero preparado con antelación y de manera totalmente artesana, es del beneplácito de la parroquia que unánimemente felicita a su elaboradora. La perfecta combinación de vino, canela, azúcar y limón, le dan el punto exacto para su degustación.

Mañana Domingo de gloria habrá fiesta grande y los mozos del pueblo han organizado una verbena por todo lo alto, para disfrutar con una orquesta que han contratado y que hará las delicias de todos los habitantes y forasteros.

No hay comentarios: