Para tener opinión, hay que estar informado. En mi caso leo los artículos de diversos periódicos, tanto los de Catalunya como los del País Vasco y los de ámbito nacional, sean de la tendencia política que sea. Asimismo sigo las tertulias y comentarios de nuestras emisoras catalanas y las otras que tienen cobertura en todo el territorio español. En cuanto a la televisión es notable la diferencia de enfocar los temas según el canal que conectes.
La verdad siempre es una, pero hay tantas versiones como opinantes y desde luego las que vienen vertiendo fuera de Catalunya no son como para hacer un brindis al cielo. Cuando tuvimos a Jordi Pujol de Presidente de la Generalitat, no había día que apareciera en todos los medios para criticar cualquier decisión y en algunas ocasiones llegar hasta la mofa y el insulto. Ahora le toca el turno al Gobierno tripartito de izquierdas que hemos votado democráticamente y que mal que le pese al partido actualmente en el poder, es el que tenemos en Catalunya. Y aquí es cuando más agresivos, mordaces y prepotentes actúan, distorsionando a su conveniencia unos hechos que pueden no haber sido lo políticamente correctos, pero que a ellos no les convienen se conozcan de la forma que realmente sucedieron.
Es el continúo acoso y derribo a personas e instituciones, a nuestro idioma y nuestras costumbres, a todo lo que lleve el sello de catalanidad.
Ni saben ni quieren el diálogo, son de pensamiento único y así lo expanden por toda la piel de toro, inculcando a través de los medios nacionales la imagen de una Catalunya que es totalmente distinta a la que ellos quisieran. Como catalán acepto cualquier opinión pero rechazo enérgicamente el insulto, la difamación y la mentira. Visca Catalunya con SALUT I LLIBERTAT