10.2.04

Es un día cualquiera del mes de Febrero. En el exterior la temperatura ronda los dos grados y la tarde empieza a languidecer. Pasan unos minutos de las seis y por la puerta metálica del bar aparece el más asiduo cliente para tomarse su acostumbrado café.
Es mi amigo Sergio Cacho que viene dispuesto a pasar la tarde jugando unas partidas hasta la hora de la cena. Sólo habíamos intercambiado algunas palabras, cuando entran los hermanos Teófilo y Domingo Bachiller. Este último había sido jefe de protocolo de TV española en Londres y pertenece al Opus Dei. Como ya somos cuatro decidimos no perder tiempo y nos disponemos a echar unas manos de domino. Tras el sorteo de parejas, me toca ir de compañero con Teo. La salida con el seis doble le corresponde a Sergio que está a mi derecha y por lo tanto me marca Domingo siendo yo el postre en ésta partida. Durante el desarrollo del juego han ido acudiendo las mujeres que también se organizan para su diaria partida de cartas. Hoy han acudido Anastasia, Marina, Carlota y con Mari Luz han tomado posesión de su mesa habitual, junto al ventanal. También han ido ocupando un lugar en la barra, en espera de formar mesa, Santiago “el maderas”, Ladis, Ambrosio, Paco, Jacinto, José Maria y el grupo irá aumentando hasta la veintena, con lo cual se habrán ocupado cinco mesas en diferentes partidas. Cuando es necesario tengo que servirles las bebidas. Unos café, otros un botellín, uno un poléo menta, unos Riojas y algún JB. Las mujeres se apuntan al café con leche, pero sólo de vez en cuando. La temperatura en el local es de lo más agradable gracias a la caldera alimentada con leña y el ambiente entre los jugadores va aumentando en sonoridad a medida que pasan las horas. Cuando van a dar las diez de la noche, empiezan a finalizar las partidas y cada uno va enfilando la salida camino de sus casas Al día siguiente volverá a repetirse el mismo ritual. Es la manera más fácil de pasar las tardes de invierno en éste pueblo tan pequeño de las Tierras Altas, en la ladera del puerto de Oncala.

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