Se acaba éste fin de semana tan agradable. También finaliza Noviembre, que por éstas fechas hace diez y seis años, puso fin a mi actividad empresarial después de treinta y siete de ejercerla. Empezaba otra página de mi vida de futuro incierto. Se terminaron los madrugones de las cinco y media de la mañana. Ya no tendríamos que bajar de Collbató a esas horas intempestivas los lunes y dejar a los niños en casa para que siguieran durmiendo un par de horas más, antes de ir al colegio. En las vacaciones de verano, tener que hacer cada día el viaje hasta el almacén. Los desayunos en el bar de enfrente a las diez en compañía de mi buen amigo José, el químico. Los dueños el Anselmo y su mujer Rosa, su hija y el yerno, en la barra el Sebas y Juan y el Tello, la cocinera que me preparaba buenos platos. Terminaba el hacer albaranes, preparar rutas de reparto, hablar con los clientes, los teléfonos y los contestadores automáticos. El vínculo laboral con Fulgencio, Paco y Martín. Los camiones Ebro y la máquina paletizadora. Jaime el transportista. Los proveedores y la clientela. Se acabó una etapa que duró una parte muy importante de mi vida y empezaba otra muy distinta en lo que a actividad iba a desarrollar. Hasta mañana, os deseo SALUT I LLIBERTAT.