5.4.05

RECUERDOS



Hoy es martes, un día como cualquier otro en el transcurrir de mi vida. Me he levantado a mi hora habitual, he conectado el ordenador para leer las últimas noticias que aparecen en la prensa digital, tanto nacional como internacional. Me he informado de lo que ocurre mas allá de las fronteras de mi querida Catalunya. Desde San Salvador y La Serena, hasta Buenos Aires y Cuba. Desde Roma a Irlanda. Allá donde tengo excelentes amistades para conocer su entorno y estar un poco mas cerca de sus inquietudes que enriquecen mi perspectiva del conocimiento plural a nivel humano.

Image Hosted by ImageShack.usComo decía, mi ritmo cotidiano no va a ser distinto a pesar de que hoy es mi onomástica. Puede parecer vanidoso el proclamar en mi diario tan desusado acontecimiento, pero por mis fieles costumbres heredadas en el seno de mi familia, la celebración del santo, ha formado parte del pequeño ritual que desde mi infancia no he pasado por alto.
La advocación de San Vicente Ferrer en el decurso de mi vida, ha sido una impronta que ha marcado indeleblemente mi manera de pensar y actuar.
Ignoro si el tener un nombre puede influenciar de alguna manera en tu actitud, pero yo estoy convencido que el mío representa fielmente mis pensamientos y ambiciones de justicia divina o humana.

Image Hosted by ImageShack.usHace un par de décadas, tal día como hoy, con motivo de efectuar una ofrenda a la Virgen de Montserrat, un grupo de entrañables amigos nos reunimos en la plaza San Jaime de Barcelona para iniciar un recorrido de 50 Km. a pié, portando una ofrenda floral para ser depositada a los pies de la Moreneta.
Por iniciativa del colectivo, delegaron en mi persona ser el protagonista portador de tan entrañable símbolo de amor a nuestra patrona catalana.

Los años pasan pero nuestras convicciones permanecen inviolables y estoy sumamente orgulloso de continuar con mis anticuados modelos de amor, paz y libertad.

3.4.05

FUMATA BLANCA



Tristes días son los que estamos viviendo como consecuencia de tres acontecimientos que están conmocionando la opinión mundial y que por diferentes motivos nos afectan como seres humanos ante el fatal desenlace al que están predestinados.

Primero fue el polémico y lamentable caso de Terri Schiavo y su desconexión del aparato que la mantenía con vida en estado vegetativo desde hacía 15 años y que al final prevaleció ante la justicia el deseo de su marido de poner fin a tal situación angustiosa.
Este acto ha causado diferentes reacciones, unos opinando que no se debiera haberlo efectuado por considerarlo un atentado contra la vida y otros defendiendo esta decisión por estar a favor de una muerte digna.

También tenemos que lamentar el estado en el que se encuentra el Príncipe Rainiero de Mónaco, cuyo punto final puede producirse en cualquier momento.
Por su largo historial romántico y monarca de un pequeño estado europeo sinónimo de lujo y riqueza, siempre quedará en nuestra memoria por las múltiples vicisitudes familiares de las que ha sido protagonista y por su porte aristocrático que siempre ha mantenido a lo largo de su vida.

Ayer 2 de Abril, a las 21.37, murió el Papa Juan Pablo II. Tras un pontificado de mas de 26 años, uno de los mas largos de la historia, la vida del Sumo Pontífice se extinguió después de dos meses de agravamiento de su salud. Hasta los últimos momentos de su vida quiso estar cerca de los que esperaban su mensaje y sin apenas poder pronunciar una frase, su última palabra a los que estaban reunidos en la plaza de San Pedro fue un welcome pronunciado con agonizante despedida.
Después de los días de luto y funerales que han de suceder, llegará el tiempo en que los cardenales se reúnan en cónclave para designar al futuro Papa.
Los de mi edad ya hemos visto fallecer a cinco Príncipes de la Iglesia Católica y por quinta vez volveremos a esperar esos días en los que la televisión nos irá transmitiendo desde el Vaticano, el penacho de humo que cada día asomará por la chimenea en la que se incineran los votos de los cardenales que estarán deliberando al sucesor y que mientras sea de color negro, quiere decir que no ha habido mayoría.
En el momento que haya consenso unánime para la designación papal, asomará por encima de los tejados de la Santa Sede, la tan esperada fumata bianca como símbolo del inicio de un nuevo sucesor de San Pedro y pastor de la grey católica.